

Amigos, como aquellas personas de la época de Juan el Bautista nos preguntamos: «¿Qué debemos hacer?» ¿Cómo debemos vivir nuestras vidas?
Esta pregunta, por supuesto, nos dice algo sobre el arrepentimiento: tiene que ver más con una acción que con simplemente cambiar de opinión. La vida espiritual es, al fin de cuentas, un conjunto de comportamientos.
Entonces, ¿qué nos dice Juan el Bautista que hagamos? Su primera recomendación es esta: «Quien tenga dos túnicas, que dé una al que no tiene ninguna». Esto es tan básico, tan elemental, ¡pero tan ignorado, casi por completo! En la doctrina social de la Iglesia, encontramos recordatorios constantes de que, si bien la propiedad privada es un bien social, el uso de nuestra propiedad privada debe tener siempre una orientación social.
Uno de los primeros padres de la Iglesia, San Basilio Magno, expresó la idea de una manera que recuerda a Juan el Bautista: «El pan de tu alacena es de los hambrientos. El manto de tu armario pertenece al desnudo. Los zapatos que dejas de usar pertenecen a alguien descalzo. El dinero de tu caja fuerte pertenece a los indigentes. Realizas una injusticia con todo hombre a quien podrías ayudar pero no lo haces».
Entonces, ¿qué debemos hacer en este Adviento quienes buscamos arrepentimiento, los que esperamos la venida del Mesías? Sirvamos a la justicia, paguemos a cada uno lo que le corresponde y demos a los necesitados.
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